martes, 13 de abril de 2010

Pensamiento de Baruch Spinoza

Partiendo de la innegable influencia de Descartes, creó un sistema muy original, con mezcla de elementos propiamente judíos, escolásticos y estoicos. En lo que se refiere a Descartes, éste había considerado la existencia de tres sustancias: el pensamiento, la extensión y Dios. Spinoza reduce estas tres sustancias a una sola: sustancia divina infinita, que según la perspectiva que se adopte, se identifica bien con Dios o bien con la Naturaleza.

El panteísmo de Spinoza
La Ética Demostrada Según el Orden Geométrico parte de conceptos tan generales como Dios y el origen del alma, para terminar en la libertad del hombre y la fuerza de sus afecciones. En cinco partes, Spinoza delimita y traza la conducta de hombre de acuerdo a la razón, razón que sería no sólo el común denominador de todos, sino el gran ente integrador del hombre, incluso Dios está circunscrito por su razón.
Su racionalismo y su origen judío, con el que tuvo muchos problemas por su espíritu crítico, no le impidieron concebir la existencia de Dios, así de simple y de complejo. Spinoza formula una tesis panteísta a través de una posición racionalista que termina en ubicar que todo es Dios, como el único que posee todos los atributos, o como él mismo indica en sus primeras definiciones: "Entiendo por Dios un ser absolutamente infinito, es decir, una sustancia constituida por una infinidad de atributos, cada uno de los cuales expresa una esencia eterna e infinita" (Spinoza, 1984, p. 25).
Dios pues, existe necesariamente al ser la única "sustancia constituida por la infinidad de atributos de los que cada uno expresa una esencia eterna e infinita" (Spinoza, 1984, p. 33). Nada escapa a Dios, es la única sustancia, es decir, Dios es lo que se concibe por sí y no depende de nadie ni nada para formarse, se basta a sí mismo, por ello es que tiene un número infinito de atributos y se le necesita para explicar a todo lo que existe.
Y es justamente aquí en donde el panteísmo de Spinoza tiene una variación, pues no lo concibe bajo la forma común: Dios es todo, sino todo en Dios: "Todo lo que es, es en Dios y nada puede existir ni concebirse sin Dios" (Spinoza, 1984, p. 37) En pocas palabras, fuera de Dios no puede existir ni concebirse sustancia alguna, por ello Dios tiene todos los atributos, algunos los comparte de forma completa, algunos de forma completa. Dios es el gran ente integrador y poseedor de todo, el origen y la sustancia de todo cuanto existe.
Dios posee naturaleza eterna e inmutable, por ende es trascendente, justo como el ser de Parménides. Dios es el ente dinamizador de la creación, el principio y fin de todo cuanto existe.
En cuanto al actuar de Dios, su conducta está determinada por su propia naturaleza. El carácter racional, o mejor dicho, la racionalidad es una frontera que el mismo Dios no puede rebasar, simplemente porque su actuar se vería mermado al perder la infinitud de sus atributos, pues como lo menciona el segundo corolario de la proposición XXXII de la primera parte.

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